Inspirado en la leyenda del castillo de Manqueospese, aúna historia y leyenda, piedra labrada y natural… con ecos y susurros de batallas y amores imposibles..
Ubicado en plena sierra de la Paramera, el castillo de Manqueospese domina el Valle Amblés y ofrece al caminante una vista privilegiada de la muralla de Ávila. Cargado de leyendas, su origen se remonta al siglo XI, en plena Reconquista, con la existencia en el lugar de un bastión defensivo, establecido por los señores de los reinos cristianos. Su traza se asentará definitivamente en el siglo XV, atendiendo al estilo gótico imperante.
La construcción se atribuye a Pedro Dávila, señor de Villafranca y Las Navas, allá por el año 1470. Época de enfrentamientos en los que el noble se decantó por defender los intereses de la infanta Isabel frente al rey Enrique IV y Juana la Beltraneja. Construyó, así, la conocida como fortaleza del Risco y, de hecho, Isabel convertida en Reina de Castilla, le otorgó junto a Fernando, el título de conde del Risco.
Fue propiedad del duque de Medinaceli y cuenta con la declaración de Monumento Histórico Artístico. Hoy, el sitio se conoce como castillo de Aunqueospese o manqueospese. Denominación que bebe de las muchas leyendas que rodean a la fortaleza. En concreto, el arcaísmo, refleja, según cuenta la leyenda, las palabras que pronunció uno de los señores del castillo, que enamorado de una joven, a quien su padre había encerrado en una de las torres de las puertas de la muralla de Ávila, levantó la fortaleza para poder verla, “manqueospese”.
Canal Patrimonio