Cortometraje de dibujos animados de menos de 7 minutos de duración que Walt Disney le encargó a Salvador Dalí en 1945, y que está basado en la canción «Destino», del mexicano Armando Domínguez.
Tenía que combinar ballet y dibujos, y debía formar parte de un largometraje de relatos breves, pero el proyecto quedó inconcluso tras 20 segundos realizados.
No fue hasta el año 2003 en el que se retomó el proyecto, mucho después del fallecimiento de ambos, y gracias a los bocetos e instrucciones que había dejado el propio Dalí.